martes, 10 de junio de 2008

Después de la tormenta...

Pues por fin me siento a escribir algunas de mis experiencias durante esta semana y la pasada. Hablando de aprendizajes y de emociones creo que han sido los días más importantes en el año. Probablemente omita algunos detalles por error pero para tratar de poner todo en orden enumeraré las situaciones que representaron una mayor enseñanza:

1) Six Flags: Resulta que para cerrar el ciclo escolar con mis alumnos de taekwondo les pedí que escogieran un lugar al que quiseran ir. La elección fue Six Flags y todos estuvieron de acuerdo, el único renuente era el profesor. He de aceptar que durante toda mi vida le he tenido mucho miedo a los juegos mecánicos y les comenté a mis alumnos que nunca me había subido ni siquiera a la rueda de la fortuna. Fue entonces cuando uno de ellos me acorraló dándome una gran lección diciendo: "Profe, usted nos ha dicho cuando peleamos que es normal sentir miedo, pero tenemos que afrontarlo y superarlo". Y tenía toda la razón, ya no pude decirle una sola palabra. Así que decidí hacer un trato con ellos, al llegar al parque me subiría al juego que ellos me dijeran y después de eso (ya superado mi miedo) yo decidiría si seguía subiéndome a otros o no. Aceptaron y el juego elegido fue el Superman, que según ellos es el más duro de todos.
Llegó el miércoles y es necesario mencionar que mis nervios llegaron a tal grado que no dormí muy bien y durante la mañana estuve enfermo del estómago, pero sabía que no era otra cosa sino la ansiedad (llegaba a enfermarme así antes de una competencia). El camino fue angustioso pero una vez que compré mi boleto (¡275 pesos por ir a sufrir!) corrí con ellos al dichoso Superman. Los nevios eran demasiados y cuando llegó el momento de treparme en el carrito ya no hubo vuelta atrás; lo peor vino cuando íbamos subiendo y sabía que vendría la caída. Por fin llegamos y entonces todo pasó muy rápido: baje, subí, grite, dije muchas groserías, volví a subir y bajar, etc. Al final, aunque en mi cuerpo se sintió un debilitamiento característico de cuando se libera una gran tensión, puedo decir que me sentí sumamente contento y satisfecho porque lo logré, superé mi miedo a esos juegos. Ya no me subí mas que a algunos no tan fuerte, pero el objetivo se había logrado. Le agradezco infinitamente a mis alumnos ya que sin ellos podrían haber pasado muchos años más y yo no le hubiero hecho frente a este temor, en esta ocasión quien aprendió fue el profesor. Además me comprometí a que el próximo año regresaremos y entonces sí me subiré a todos.

2) Tío Gordo: Ese mismo día (miércoles), cuando estaba en mi clase de Psicología Humanista y todavía contento por el logro de Six Flags me marcó mi hermano para avisarme que mi papá se había puesto algo mal porque recibió la noticia de que había muerto mi tío (su hermano). Aunque yo no tuve una relación muy cercana con el tío Manuel a quien todos conocíamos como el Gordo (pero no niego que al día siguiente me sentí bastante triste tanto por él como por mis primos), me impactó mucho la noticia y sobretodo me preocupó la reacción de mi papá, asi que me fui para mi casa. Mi tío había estado por la mañana trabajando y lo que terminó con su vida fue un infarto, no hubo forma de prepararse para ello. No pretendo entrar en muchos detalles y sólo comento que esta situación me hizo admirar y querer mucho más a mi padre. Me di cuenta de lo agradecido que debo estar porque al tener una familia como la suya, pudo alejar todo lo negativo y brindarnos únicamente un lado bueno. Es horrible llegar a un velorio en el que la familia se critica, no se quiere, se pelean por las herencias, se demandan entre hermanos, son alcohólicos, se drogan, roban y usan armas, etc. No hay mucho que decir, simplemente que no me pudo tocar un mejor papá.

3) Colegio: A partir de esta semana los alumnos únicamente se presentarán a exámenes, es decir, terminó el ciclo escolar. Se van algunos con los que me encariñé demasiado y termino con mi primera generación de secundaria. Estoy nostálgico y demasiado contento porque han sido tres años llenos de experiencia y crecimiento. Mi despedida de esos grupos simplemente se limitó a comentarles lo siguiente: "ha sido un enorme gusto y honor haberlos tenido como alumnos, nos vemos". Quizá las palabras que usé no fueron las más poéticas pero seguramente se notó el sentimiento ya que de ambos grupos recibí un aplauso que me llevo con mucha emoción. Ojalá y llegue el día en el que vea germinar la semilla que intenté sembrar en ellos.
Además de éstas, algunas otras situaciones se presentaron: un curso de fin de semana, problemas con la directora de mi colegio, la visita a la casa de una mujer que quería suicidarse, entre otras que ya no anotaré para no hacer esto demasiado largo. Así que definitivamente fueron días muy movidos, pero por fin pude sentarme a reflexionar un poco y lo hago con gusto.

2 comentarios:

Ingrid dijo...

¡Ay, qué recuerdos!
A mi eso de las montañas rusas me daba (¿da?) pavor, pero cuando viajé con mis alumnos a San Antonio y una de mis niñas no quería subirse (nunca lo había hecho), le dije: "no puedes decir que no te gusta hasta que no lo hayas probado." Nos, sí, nos subimos y después ya no la pude bajar.

Así son los aprendizajes... son movimiento, son etapas que se cumplen, son sueños que crean otros... son reacción en cadena.

SPIN dijo...

Me encanta leerte y me emocionan tus experiencias y como reflexionas sobre ellas. Dias muuuuy intensos! y con grandes oportunidades de aprender, gracias por compartirlo, tambien arendo al leerte!